Esta receta es un intento de volver a Córdoba a través del recuerdo.
La probé en una taberna de Córdoba y me sorprendió tantísimo que no dejé que se escapara.
Desde entonces cuando compro una tanda de naranjas que salen dulcetitas me voy corriendo al super a por un paquetito de bacalao ahumado.
Sólo lleva eso, naranjas "picás" (tal y como lo podía en la carta), bacalao ahumado y aceite de oliva del rico rico.
Yo lo inserté en brochetas para darle un toque de fiesta.
Probadlo si tenéis oportunidad, todo el mundo se queda sorprendido con la combinación.
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